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lunes, 21 de octubre de 2013

¿Dónde puedo encontrar ayuda?






Esperamos que este sitio web logre brindar información de interés y que permita orientar y educar a las familias con medidas de prevención, detección precoz, tratamiento y rehabilitación de la patología oncológica.

Dado que el Instituto Nacional del Cáncer se ha destacado en su gestión clínica y administrativo – financiera, experiencia que ha compartido con otros establecimientos de salud del ámbito público y privado, hemos considerado relevante incorporar esta información en estas páginas.

Todos los logros, alcanzados por nuestra institución, son fruto del trabajo de un equipo comprometido con la salud pública, que cree que la equidad en salud es posible y que por sobre todas las cosas, trabaja en función del respeto a la dignidad del ser humano.

Spot prevención cáncer próstata.


domingo, 20 de octubre de 2013

Limitaciones.

¿Realmente es tanto problema hacerse este simple examen una vez al año? ¿Cree que está poniendo a prueba su  hombría, su capacidad de soportar el dolor, o su sexualidad? ¿De verdad prefiere usted no hacerse el examen, con las "incomodidades" que este conlleva, a pesar que sea un innegable beneficio para su salud? ¿Verdaderamente va usted a poner en jaque su salud, junto con todos los problemas que acarrea (económicos, familiares, etc.) solo por miedo a este simple examen de rutina? 
Es bueno preguntarse eso, porque si ud. no hace la reflexión, nadie la hará por usted, chequéese, vaya con su medico y consulte por un urólogo. Nunca está demás. Su familia, sus amigos y todos aquellos que lo estimen se lo agradecerán.


lunes, 14 de octubre de 2013

Testimonio.






Con 45 años a punto de cumplir el problema más importante de salud que tenía era el colesterol alto, motivo por el cual mi médico de cabecera me controlaba cada 6 o 12meses. Probablemente, en algún análisis o visita debería tener algún indicio y me pidió la prueba del PSA , que creo normalmente se pide a partir de los 50 años. Este dato, el día 4 de diciembre del 2007, salió muy elevado (15,28 ug /L), me dijeron que se podía tratar de un error de laboratorio pero que me tenía que visitar un Urólogo; me visitó al cabo de unos diez días y me hizo una exploración y me volvió a pedir otro análisis del PSA . Tuve resultado en unos quince días y volvió a dar muy alto. En la segunda visita creo el urólogo me quiso empezar a concienciar de que podía tener cáncer de próstata, pero la verdad es que yo no quise ni pensar. A mi edad, sin problemas importantes de salud, una familia maravillosa, amigos y mucho trabajo me creía inmortal; me pidieron una biopsia, que me hicieron al cabo de unos quince días. La verdad es que fue una prueba algo más molesta de lo que yo había pensado y una vez hecha, evidentemente, seguí con mi agobiada vida normal. Al cabo de una semana más, estando de viaje por trabajo, me llamaron del laboratorio diciéndome que pasara a recoger los resultados de la biopsia, no recuerdo cuáles fueron las palabras exactas, pero me transmitieron que lo hiciera con la mayor brevedad posible. Fue en aquel momento y, debido a aquella llamada impersonal, cuando empecé a tomar conciencia de mi enfermedad. Avisé a mi mujer y quedamos aquella misma tarde, en que yo volvía de viaje, en el laboratorio para recoger los resultados. Al día siguiente por la mañana, día 7 de febrero del 2008, fuimos al urólogo que me confirmó que me tenían que operar y empezaron todos los trámites para una primera visita a los Urólogos del Hospital. Mi preocupación ya había empezado y lo que deseaba era que los trámites para mi operación fueran lo más rápido posible, además de estar seguro de que todo seguía su curso normal. Después de alguna llamada a los servicios de atención al usuario y de una visita a los servicios administrativos del hospital me visitaron en Consultas externas, el día 21 de febrero. Me transmitieron que estudiarían mi caso, en un comité de expertos, pero que todo apuntaba a una extracción total de próstata. Yo estaba en sus manos y preocupado por si todos los trámites seguían su curso y que la enfermedad estuviera localizada, sólo en la próstata además de preocupado por como decirlo a mis hijos y a mis padres. Junto con mi pareja, decidí procurar hacer la vida lo más normal posible y comentar mi enfermedad primero a mis jefes para que fueran conscientes de que en aquellos momentos era precisamente la enfermedad lo que yo tenía en la cabeza en primera instancia, más adelante ya lo comentaríamos a la familia y a algunos amigos. La semana siguiente, en una segunda vista a Consultas externas del hospital, me confirmaron que me harían una “prostatovesiculectomia radical laparoscópica”. También me explicaron los posibles problemas de incontinencia, impotencia y de extensión de la enfermedad, que ya me avisarían para las pruebas pre-operatorias y la fecha de la intervención. A partir de entonces lo comenté con mis padres, hijos y algunos de mis amigos y familiares. Fue especialmente difícil decirlo a mis padres e hijos, pero una vez hecho me sentí mucho mejor y plenamente apoyado por la familia, los amigos y la empresa donde trabajo. La verdad es que a mis hijos (16 y 12 años) no les mencionamos la palabra cáncer y les dejamos la puerta abierta a preguntas que casi no hicieron. Pasaban los días y me hicieron las pruebas pre-operatorias , pero no avisaban de la fecha de la intervención Con mis hijos y pareja estuvimos unos días de vacaciones de Semana Santa que nos fueron muy bien para desconectar. Fue al volver de estos días de vacaciones cuando, sin desesperar, todo esto me empezó preocupar más . Mi deseo era que me operaran a la mayor brevedad posible y que la enfermedad estuviera localizada en la próstata. Después de unas semanas de cierta intranquilidad por la falta de información. Al fin, el día 9 de abril me llamaron desde el hospital para avisarme de que la fecha de mi operación sería el lunes 14 de abril del 2008. Fue una muy buena noticia, pues no estaba preocupado por la operación en sí misma sino porque la enfermedad pudiera sobrepasar los límites de la próstata, seguí haciendo vida profesional normal hasta el día hábil anterior a la intervención- Estoy seguro que esta normalidad me ayudó a llevar mejor también bien mi vida familiar y personal La operación fue muy bien, me sacaron toda la próstata y los ganglios que la rodean mediante la técnica laparoscópica . No sufrí, en el hospital me sentí bien teniendo en cuenta la situación y percibí un alto grado de profesionalidad en todas las personas que me atendieron. Estuve cuatro días ingresado y me dijeron que todo hacía pensar que los ganglios parecían no afectados por el cáncer, pero hacía falta esperar los resultados de los análisis. En casa estuve quince días con la sonda, que aunque me dio algún problema, fue mucho menos molesta de lo que me parecía. Me encontraba algo débil, pero bien, desde casa me dediqué a pequeñas cosas que me gustan. El 24 de abril me quitaron las grapas y el 29 de abril me visitó el urólogo que me operado, comentándome que en uno de los ganglios analizados se había extendido el cáncer. Me dijo que, por el momento lo que hacía falta hacer era vida normal y un análisis de PSA y controles cada tres meses. Mientras el PSA se mantuviera bajo no hacía falta hacer nada más y en el caso de que subiera estábamos a tiempo de hacer el correspondiente tratamiento, fue una mala noticia. El mismo día, me sacaron la sonda y empecé a sufrir los molestos problemas de la incontinencia, me atendió también una fisioterapeuta que me enseñó a hacer unos ejercicios de reforzamiento del suelo pélvico y me dio hora para cinco sesiones de control. La primera semana sin sonda fue fatal, pero a partir de entonces noté que iba mejorando. Desde casa empecé a compaginar mi recuperación y vida familiar, con pequeñas cosas del trabajo y el 16 de mayo pedí el alta y me reincorporé a mi trabajo. Durante las primeras dos semanas hacía sólo tareas de despacho y después ya empecé a trabajar con total normalidad. A principios de junio me dieron los resultados del PSA que salió inapreciable, una gran noticia. A partir de mediados de junio tuve totalmente superado el molesto tema de la incontinencia. Ahora mis nuevos hitos, eran: seguir los controles por si se reproducía la enfermedad y recuperar cierta normalidad en la vida sexual, actualmente todavía estoy en esta fase evolucionando más lentamente del que querría. Quiero manifestar explícitamente que en todo momento me sentí muy apoyado por la familia, por amigos, por compañeros y por mi empresa, así como bien tratado por la mayor parte de profesionales de la sanidad pública, agradezco especialmente la altísima profesionalidad y dedicación de mi médico de cabecera y del urólogo que me operó. También que el comunicar mis sentimientos, de manera natural me resultó muy beneficioso así como el procurar hacer una vida lo más normal posible, evidentemente sin dar la espalda al problema. La desinformación y el sentirme en algunos casos como un expediente ha sido lo que me ha provocado más intranquilidad . Tuve la gran suerte de que me detectaran la enfermedad y la gran mala suerte de tenerla. Me quedo con la parte positiva. Me quedo también con que este susto estoy convencido de que me ha fortalecido y me ha hecho valorar más las pequeñas alegrías de la vida. Espero que este relato sobre mi experiencia con el cáncer de próstata sirva a personas que están en situaciones similares. Permitidme un solo consejo: compartid vuestros sentimientos. ¡¡¡Adelante!!! Un fuerte abrazo. Enero 2009 Nota: Dedico este relato a mi pareja, a mis hijos y a mis padres.

Biopsia de próstata real. ¡No apto para público sensible!


¿De qué se trata una biopsia de próstata ?